Estress
Últimamente la estoy usando bastante para quitar elementos de una imagen o para completar trozos que faltan. Todo lo que sea inventarse texturas o patrones de forma coherente la verdad es que lo hace muy bien la mayoría de veces. El recorte generativo por eso mismo va de fábula. Lo uso a la hora de imprimir sin márgenes para crear una sangría en la imagen y no tener que ampliar y perder un trocito. Para estas cosas diría que funciona mejor dejando el promp vacío y que trabaje a su aire interpretando la imagen.
Para crear cosas de la nada, tiene sus luces y sombras. A veces acierta y otras hace auténticas monstruosidades. Para elementos pequeños no va mal. En este montaje que hice en carnaval lo utilicé para hacer los pasteles que hay en la mesa. Al ampliar la imagen se ven formas y detalles raros, pero en general dan el pego. Me vino genial para no tener que buscar imágenes con la misma perspectiva e iluminación. Es lo bueno de la IA, que hasta me respetaba el mantel y le añadía la sombra.
El relleno en este me vino de fábula para reconstruir el plato y la taza porque mi hija Hera no tapaba del todo a la Alicia del póster original. De hecho, media taza se la inventó maravillosamente bien. Por eso cuando tengo que rellenar cosas, siempre le doy un par de intentos a la IA antes de ponerme a hacerlo a mano.
Ahora tengo pendiente de reconfigurar mi instalación de Stable Diffusion para crear fondos y cacharrear con los nuevos modelos y herramientas que hay. Pero como en este mundo no paran de cambiar cosas, cada vez que quiero actualizarme veo que todo está obsoleto y hay que ponerse casi desde cero 😆