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  • Innisport: Ecos del Pasado (partida de rol / solo jugadores) - parte II

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Milly y Ronan

Riley, con un evidente mal humor, contesta sin mucha atención:

"Lo mismo que han dicho todos. Nada nuevo bajo el sol. Aquí estamos, perdiendo el tiempo, cuando en realidad deberíamos estar buscando respuestas sobre qué empujó a Jordan a saltar", dice en un tono bajo y claramente molesto.

Ralph, ya preparándose para marcharse junto a Cindy, lanza una mirada a Milly: "Ah, sí, nada fuera de lo común. Lo que pasó, si Jordan tenía problemas con alguien, esas cosas... Me da que piensan que intentó suicidarse", comenta con cierta incertidumbre, lanzando una mirada inquisitiva a Ethan. Este, sin mirarle directamente, esboza una sonrisa sutil.

Riley, recogiendo sus cosas con un gesto de impaciencia, se dirige a la puerta. "Bueno, me voy. Nos vemos", dice casi sin mirar atrás, antes de desaparecer tras la puerta.

Tras la salida de Riley, Milly se encamina hacia la terraza.

Bailey

Bailey se sumerge en las cálidas aguas de su baño, un refugio acogedor en el pequeño mundo de su hogar. Las paredes, adornadas con azulejos que capturan y juegan con la luz, ahora parpadeante, del techo, crean un santuario efímero, un oasis en la rutina diaria. A pesar de este cálido abrazo, una sensación inquietante se anida en los recovecos de su mente, perturbadora como la sombra que proyecta la toalla colgada, transformándose en sus ojos en un espectador silencioso y ominoso.

Este pensamiento, ineludible y oscuro, revolotea en su cabeza como una mariposa nocturna atrapada contra un cristal. ¿Qué sería aquello que la acecha desde las sombras? ¿Y cuál sería su origen? En su joven corazón, Bailey sabe que todo mal tiene un comienzo, un punto en el que la inocencia se quiebra y la realidad se tiñe de sombras. Pero, ¿era este un mal per se, o quizás la consecuencia de un mal pasado, una herida sin cerrar en el tejido de su historia?

Los pensamientos intrusivos, como remolinos oscuros, danzan en su cabeza, entrelazándose con el vapor que se eleva del agua caliente. Finalmente, logra relajarse lo suficiente, un suspiro de satisfacción escapando de sus labios. Después de todo, el mundo es un lugar complejo, y una chica adolescente de un pueblecito de Maine no va a desentrañar sus misterios en un solo día. Dejar que las cosas fluyan, enfrentar el mundo detalle a detalle, parece la solución óptima para ella. Su mundo, al menos. El mundo de Bailey, el de su padre Alan, el de su perro King, quizás incluso el de sus amigas María y Milly...

De repente, Bailey se despierta en un sobresalto. El agua, antes cálida y acogedora, ahora tiende a la tibieza, el tiempo no se detiene, ni siquiera en el cálido refugio de su bañera envuelta en vapor. Comprende que se ha relajado demasiado, perdiéndose en un estado entre la vigilia y el sueño.

Un pensamiento fugaz cruza la mente de Bailey. Hay algo, un destello de memoria o una revelación medio olvidada, oculto en las profundidades de su materia gris. Es como un susurro en el viento, algo que parece gritarle con urgencia: "Bailey, mírame, reconóceme. Soy una pieza en este rompecabezas que es tu vida". Pero, agobiada por un cansancio que le pesa tanto en el cuerpo como en el alma, no logra concentrarse en esos detalles fugaces. Su mente se siente embotada, incapaz de aferrarse a ese pensamiento escurridizo que baila justo fuera de su alcance.

Con la conciencia de que algo importante se escabulle en los rincones sombríos de su pensamiento, decide rendirse al sueño. Se acuesta, sintiendo las sábanas frescas contra su piel cansada. El mundo de los sueños le promete un escape, al menos temporal, de las incógnitas que la acosan.

Pronto, King, su fiel compañero canino, se une a ella, su presencia un bálsamo para su inquietud. El calor y el ritmo constante de su respiración ofrecen un consuelo silencioso. King, siempre presente, siempre leal, parece entender los misterios no dichos del corazón humano mejor que cualquiera.

Tira para recuperar Estrés, Bailey.

    Elijah

    "Solo tenemos la llave que te di. La de la cripta. Las otras las tenía Brie. O quizás Vanessa...", dice Aaron, frunciendo el ceño en un esfuerzo por recordar. Su voz se pierde en el eco del laberinto subterráneo. "Se suponía que debíamos devolvérselas a Riley después de hacer el ganso con el ritual, pero esto... esto es demasiado. ¿Podríamos hacer una copia? Solo por motivos de conservación cultural, claro...", continúa, su tono fluctuando entre la justificación y la duda.

    Mientras tanto, Elijah, un hombre de acción más que de palabras, asciende la escalera con cautela. Su altura lo obliga a adoptar una posición incómoda al examinar el portón colocado horizontalmente al suelo. Toca la superficie fría y húmeda del metal, sintiendo su resistencia bajo sus dedos. La idea de forzar el portón le parece francamente difícil, por no decir imposible. Pero entonces, entre el metal oxidado, descubre algo inesperado: una rendija más grande de lo habitual, definitivamente lo suficientemente amplia para deslizar su mano, a diferencia de la pequeña abertura para una llave que esperaba encontrar.

    Aaron, observando desde abajo, muerde su labio inferior, ansioso. "Ten cuidado, Eli", murmura, su voz apenas audible en la penumbra del lugar.

      Rachel

      Isolee “A estas horas, Los Arrabales están desiertos. Ten cuidado, Reich”,

      ---No te preocupes, soy dura---hace un gesto con los brazos como sacando músculo mientras pone cara de intensidad.

      Baja de la moto, entrega el casco a Pete y se sienta a esperar en la acera.

        Milly

        Al salir a la terraza, Milly siente de inmediato el cambio en el ambiente. El otoño en Innisport había sido inusualmente cálido, pero ahora, tal vez exacerbado por su estado anímico y el agotamiento que la consumía, el frío se le infiltraba en los huesos como un presagio invernal.

        Mientras avanza hacia la barandilla, su silueta recortada contra el cielo nocturno, nota la presencia del agente Grayson. Él, observándola, se desprende de su chaqueta con un gesto protector y la cubre con ella.

        "Esta noche marca el verdadero inicio del otoño", comenta Grayson, su mirada perdida en la lejanía. "Lamento haberte hecho venir aquí fuera, Milly, pero necesitaba un lugar apartado." Su tono revela una preocupación que va más allá de lo profesional.

        Milly, envuelta en la chaqueta, percibe un olor a colonia y a algo más, algo que le resulta vagamente familiar.

        "Pero vamos al grano: ¿qué hacíais aquí y qué le ocurrió a Jordan? Supongo que, independientemente de si ocultáis algo o no, habréis acordado una versión común. Es comprensible; yo haría lo mismo en una situación tan tensa. Pero necesito que confíes en mí, Milly", insiste, pronunciando su nombre con un énfasis que sugiere una cercanía inesperada.

        Acto seguido, Grayson extrae una cartera desgastada de su bolsillo y le muestra una fotografía. Milly observa a su tío Alex y al agente, sonrientes y relajados, en un partido de los Boston Celtics. La imagen revela una camaradería, tal vez algo más, que nunca había asociado con su tío. "¿Alex era...?" La pregunta queda en el aire, y Milly no puede evitar sentir que el rompecabezas se hacía cada vez más grande.

        • PAL respondió a esto
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          Melon

          Notas que hay flores secas, como si alguien las hubiera dejado allí, a los pies de la muralla, donde está medio derruida como si hubiera habido un derrumbe.!<

            Isolee

            Milly Pencott
            Tipo C

            Era extraño que Milly percibiera el olor a colonia de Grayson. También percibía algo más que no era capaz de identificar: ¿las lilas? Eso explicaría que pudiera oler con claridad la colonia del policía. ¿El perfume de su tío Alex?

            --Gracias --dijo agradeciendo el gesto de la chaqueta. Sus brazos quedaron recogidos también por la misma, y desde el interior agarró los laterales a la altura de ambos bolsillos (¿habría algo en ellos?) para cerrarla y asegurarse de que el viento se topaba con ella antes que con su propia ropa.

            --Respecto a sus preguntas, vinimos a jugar a un juego de rol. No es algo que yo haga a menudo, pero estando en el club de periodismo del instituto, me gusta conocer a la gente y llevarme bien con todo el mundo. Con Jordan... lo siento, pero no sé qué pasó: no estaba mirando en su dirección y cuando me di cuenta de lo que había pasado ya había caído al balcón de abajo. ¿De qué conocía a mi tío? ¿Qué opina de su detención?

              PAL

              Tira a ver cuánto te dice.!<

              • PAL respondió a esto

                Isolee

                Rachel

                Me acerco a las flores y examino la muralla no sea que tenga alguna piedra suelta que pueda desprenderse y caerme encima.

                  Milly

                  Milly, envuelta en la chaqueta de Grayson, siente el frío de la terraza morder su piel. Mientras se ajusta la chaqueta para combatir el aire helado, sus dedos rozan algo rectangular en los bolsillos. Es algo firme, tal vez un bloc de notas, escondido en el abrigo que le ha prestado Grayson para protegerla del frío.

                  Grayson, de pie junto a ella, mira al horizonte con una expresión pensativa. "Tu tío y yo nos conocemos de hace años", comienza, su aliento formando una nube en el aire frío. "Nos encontramos por primera vez con el caso del 'Vampiro de Bangor'. Le eché una mano en la investigación, lo que me costó una suspensión." Hay un tono de nostalgia en su voz, como si recordara tiempos más sencillos.

                  "Después de eso, me enviaron a los archivos, hasta que la sheriff Carson empezó a buscar personal. Alex fue quien me avisó y gracias a él, mi carrera no se fue al traste." Su mirada se pierde momentáneamente, recordando aquellos días.

                  Interrumpiendo sus recuerdos, se vuelve hacia Milly con una mirada más seria. "Sobre la acusación contra tu tío... es ridícula. Alex tiene sus cosas, pero jamás sería un..." Se detiene, como dándose cuenta de que está compartiendo demasiado.

                  Cambiando de tema, se endereza y mira a Milly. "He tomado nota de lo que has dicho. Todos parecéis coincidir en la misma versión, incluso en las mismas palabras. Ni siquiera voy a preguntarte si tenía algún enemigo... Parece claro que os habéis puesto de acuerdo, pero dudo que tengáis algo que ver con lo de Jordan Lee. De momento, aquí lo dejamos." Su voz es firme, pero hay un matiz de incertidumbre.

                  "Por favor, no salgáis de Innisport por unos días. Ah, y tu tío me dejó un paquete para ti hace unas semanas. Dijo que te lo diera si algo inusual le sucedía. Creo que ser acusado de un crimen federal califica." Una sonrisa sarcástica se dibuja en su rostro ante la ironía de la situación. "Pásate por mi oficina cuando puedas para recogerlo. Si no estoy, Ava sabrá dónde está.", añade, recogiendo su chaqueta.

                  Cuando Milly se da la vuelta para volver al interior, Grayson añade con un tono más suave, "Y, por favor, dile a Ruby Caldwell que pase por aquí."

                  • PAL respondió a esto

                    Isolee

                    Elijah aún conservaba las llaves de la cripta. Las tocó con sus dedos:

                    -No creo que tras lo de esta noche nadie nos vaya a reclamar las llaves Aaron. Si te preguntan diles que las has perdido huyendo de la cosa. Oyes, ¿has pensado en algún nombre para esa cosa? ¿El ladrón de rostros?

                    Elijah comprueba la rendija e ilumina con el móvil. No le gustaba meter sus manos en sitios en donde no podía ver lo que había. Siempre le había dado algo de miedo que las ratas le pudieran morder los dedos.

                    -Bueno, esperemos que no haya nada por el otro lado Aaron.

                    Elijah apalpa para ver si puede abrir por el otro lado la puerta