De todas formas, en el rol casi cualquier interpretación es plausible si la haces bien. O, mejor dicho, casi cualquier deriva. Empezar en A y terminar en B, C o Z es totalmente normal. Rolear es vivir ese viaje. En DnD hay conceptos como el "Oathbreaker, el paladín caído, que demuestran precisamente que puedes empezar siendo un ser de luz para terminar siendo lo contrario.
Como tal, puedes empezar siendo alguien incapaz de cazar un unicornio para tu propio beneficio y transformarte en alguien pragmático que piense que con la cantidad de muerte que hay a tu alrededor, es solo una más que además te ayudará a solucionar un mal mayor.
Los alineamientos son guías muy de manga ancha de cómo interpretar, pero es que hasta las mecánicas con la capacidad de adaptarse a tus decisiones y cambiarte el alineamiento te dicen que, por definición, eso sucede.