Cito la parte de @Milipu que puede leer @Melon:
Básicamente voy al campamento de la hija que quiere matar a Jaethal, le digo, eh, que no dejo que la mates y encontes por evitar el mal menor me cargo a todo el campamento. Después Jaethal me dice que su diosa Urgathoa le da a elegir dos dones a cambio de al vida de su hija. Le digo que pare el carro que está inmersa en un círculo de muerte y destrucción. Y al final a regañadientes acepta no matar a su hija, pero su diosa le tira un rayo y la mata. Así que me he quedado sin ella y sin ministra de Espionaje (que ya he puesto e Ekun en su lugar).
Y respondo a eso:
Sí estaba esperando que pasara eso xD, porque con la partida de Milipu tengo más o menos claro qué camino va a seguir en algunas decisiones porque se ha hecho un personaje bueno que cree en la redención y en el perdón por encima de todo.
En mi partida fue parecido, me peleé (verbalmente) con Jaethal cada vez que quería usar el poder de reanimar a los muertos pero en la última vez donde Enneo y la mujer que quiere que la reanimen, después de decirle que no ella insiste y cedo diciendo que bueno, que solo es conocimiento y eso no hace daño a nadie y no hay por qué usarlo, que nos diga el secreto.
Después respeté su deseo de levantarse como muerta viviente y dejé que la reanimaran, llegó Enneo y me lo cargué.
Cuando va a ver a su hija pasó igual que con Milipu, y creo que si has "regañado" a Jaethal más veces de las que la has animado a buscar el poder de la nigromancia, en la conversación con ella puedes convencerla de que renuncie, lo cual no hace gracia a Urgathoa y la fulmina con un rayo, perdiendo al personaje. Duro desenlace, pensé, pero no siempre el camino "bueno" es el que garantiza los mejores resultados, ella era malvada y quizá las mayores ventajas se conseguían si tomabas decisiones afines a su alineamiento.