Después de demostrar su habilidad recién adquirida con la jabalina y la red Elijah de dirige a Rati:

-Solo cuando estaba con Mo en la barca había tocado una red que no fuese de baloncesto. Es extraño porque parece que he adquirido habilidades que no tenía.

Rati se queda pensativo. Ven, entra conmigo. Allí se dirige a la mesa en la que parecía que se congregaban varios miembros: Erdwan, Merricat, Ayn, Traki...

-Erdwan. Traigo buenas nuevas. Una demostración de que Ganimedes nos tiene algo reservado fiu fiu. Un viajero de más allá de Orion. Fiu fiu...

Elijah observa al apuesto elfo, aún no sabía que sería su instructor de ligues y que sería el que le abriese las puertas del corazón de las mujeres... Y bueno de lo que no es el corazón también. También le llamó la atención ver a una pelirroja más pelirroja que Emma y a un enano. Pero sobre todo se quedó prendado de la rubia alta, esbelta, con orejas de spok y que tenía un pequeño dragón con ella.

-Hola... Este viejo (resoplador piensa Elijah) me ha dicho que vosotros me podríais ayudar a regresar a Innisport. No sé muy bien qué ha pasado...

Aún no había acabado la frase cuando de repente Elijah observa por la ventana que por la calle pas una joven que conocía:

-María... Qué haces tú aquí? -grita Elijah

    Milipu me podríais ayudar a regresar a Innisport. No sé muy bien qué ha pasado…

    — Claro que si muchacho, por un par de monedas de oro te digo el camino

    Extiende la mano

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      Tombi

      -Traki!-dice Rati visiblemente enojado-. Es una señal de Ganimedes y cometes la impiedad de exigirle dinero fiu fiu.

        Erdwan
        Cerdo Combatiente, con Traki, Merricat, Ayn

        Isolee “Será una exhibición mágica, con antorchas encantadas y fuegos artificiales, acompañados por música y danzas tradicionales. Todo el mundo se reúne para celebrar la generosidad de Chauntea, compartir historias, y fortalecer los lazos de la comunidad.”

        “Os espero a todos allí,”

        "Allí estaré. Estando una dama tan perfeccionista y cuidadosa como tú, no espero menos que el tercero puesto a mejor festividad" Erdwan levanta la jarra otra vez. "¡Por el solsticio de verano! hic... upppss... ¡Adolfo, otra porrr aquí!" Erdwan empieza a alargar las vocales, notándose ligeramente bebido, algo extraño que baje tantos las defensas en él.

        Lyn -Si, querida si, Traki tiene razón. Un Balrog es poca cosa para mí .

        "Un placer ver a la matademonios más temible del continente agraciarnos con su visita, si señora" Erdwan levanta la jarra con una alegría... algo eufórica para ser él "te queda bien el pelo sin trenzar Ayn, ¿te has cambiado el look para recibir a nuestra compañera de nuevo?"

        Erdwan mira a su alrededor.

        "Quizá deberíamos coger una mesa, esa del fondo está libre" dice señalando en una más del fondo "así tendremos más espacio, e intimidad" dice, sonriendo más alegremente por un momento.

        No esperaba beber tanto, pero bueno, la misión había acabado, y la noche era joven.
        A veces, la vida era sencilla y maravillosa.

        //Lo de la mesa digo porque, si no me equivoco, estamos en la barra.

        Oscuridad total en un mundo complejo y horrible

        Los hombres empiezan a hablar con confianza y agarrar mi mano suavemente. Me llevan con decisión a un lugar más apartados. Mal asunto... si se juntan no podré con ellos.

        Tengo las órdenes de Esclavo en la punta de la lengua, cuando escucha los pasos de dos personas venir. En unos pocos segundos escucha la voz de los atracadores suplicar piedad, una voz de chica joven con acento extranjero y una mujer mayor, mientras su nariz se llena de olor a sangre, a vísceras, a casquería y sus oídos escuchan la sangre y algunas vísceras caer al suelo.

        María acaba vomitando con su primera experiencia directa con un enfrentamiento tan duro, "ahh... gra... gra..." la chica sigue jadeando mientras se limpia los restos, pero se reincorpora enseguida.

        KatamariRoller “Disculpa, querida, ¿necesitas algo? ¿Estás bien?”

        "gracias... ufff... por meteros en ésto por mí... ¿Donde estamos? Me llamo María, y vivo en Innsport, en el estado de Maine. ¿Y vosotras?" María en la dirección general a sus compañeros.

        "Emmm... ¿no era mejor llamar a la policía? Espero no poneros en un aprieto..."

        Milipu -María… Qué haces tú aquí? -grita Elijah

        //María ignora tú aviso, al estar acompañada de dos personas que le están hablando y tú le hablas desde dentro de un edificio lleno de gente. Además, ¿el cerdo combatiente no está como apartado de las ciudades cercanas?

          Milipu

          —Ganímedes es piadoso y seguro que quiere que su siervo vuelva a casa con mi ayuda, un par de monedas y todo acaba

          Extiende la mano

          Se gira

          — Adolfo!! Lleva jarras y salchichas a la mesa donde nos dirigimos!!

          sora63 //Lo está, el cerdo está apartado en las tierras del conde a las afueras de puerta de baldur.

            Inkisidor //Lo está, el cerdo está apartado en las tierras del conde a las afueras de puerta de baldur.

            //Entonces no has podido ver a María desde el Cerdo combatiente, de donde estás.

            @sora63
            “Emmm… ¿no era mejor llamar a la policía? Espero no poneros en un aprieto…”

            La viuda se detiene y se queda mirando a María. Innisport no le suena de nada, y el estado de Maine tampoco. Suenan a otra ciudad. ¿Y la policía?

            Miela escucha mientras limpia las dagas usando las capas de sus víctimas. La sangre en sus guantes y botas tendrá que esperar. Mientras la viuda habla, la soldado se acerca. "Lo siento, hija, no sé de dónde vienes ni qué es esa policía de la que hablas."

            "No estamos en apeto si nos vamos canto antes." Miela comenta, casi susurrando. La viuda asiente. El callejón está perdiendo el poco encanto que tenía a una velocidad francamente sorprendente. Incluso Esclavo, el compañero de María, parece lo bastante incómodo con el lugar como para fiarse de la anciana, aunque no tanto de su escolta.

            "Es verdad que deberíamos irnos antes de que aparezca el Puño Llameante, o los amigos de estos pobres diablos. ¿Te importa si te tomo el brazo, hija?" Al tiempo que dice eso, la anciana da un paso al frente y toma con delicadeza la mano de María al tiempo que le envuelve los hombros con el otro. La señora Sonsol es algo más alta que María, y la verdad es que para su edad se conserva bien. Poco a poco, la va guiando fuera del callejón y de vuelta a la calle mientras que Miela toma la capa de uno de los muertos y le da la vuelta para ocultar las manchas de sangre. En casi nada de tiempo, María vuelve a sentir el sol sobre la cara y cómo sube el volumen de las personas hablando en las calles. "Escucha, yo soy la señora Sonsol, pero me puedes llamar Nina. Y mi amiga se llama Miela. Vive conmigo en mi casa."

            Si fuera más expresiva, Miela habría levantado una ceja. ¿Amiga, eh? Bueno... no le molestaba para nada saber que así la veía la anciana.

            "Yo estoy ya jubilada, pero Miela trabaja de mercenaria en los Suicidas Carmesíes." La anciana guía a las dos jóvenes a una tiendecita donde resulta que la señora había dejado la compra en manos de un tendero amigo. "Oye, la verdad es que yo no sé dónde queda Innisport, y jamás he visto ropa como la tuya antes... ¿eres extranjera, o algo? ¿Del Norte, del Sur?"

              María
              Lugar desconocido

              KatamariRoller “Lo siento, hija, no sé de dónde vienes ni qué es esa policía de la que hablas.”

              "Entiendo..." ¿No sabían que es la polícia? Eso es imposible, ¿qué país del mundo no tiene policía? no, espera, no lo conocen... ¿cómo es posible? A no ser que estuviera en un país tercermundista eso no sería posible, pero estaban hablando inglés americano...

              ... Un momento... estaban... ¿estaban hablando en inglés? ¿Sí no? Si no... ¿cómo se entendían?

              María se deja acompañar con esa amable mujer y su compañera, mientras procesa toda la información en su cabeza, aunque en el fondo, yo conocía las respuestas.

              KatamariRoller “Escucha, yo soy la señora Sonsol, pero me puedes llamar Nina. Y mi amiga se llama Miela. Vive conmigo en mi casa.”

              "Me llamo María. Es un placer conocerlas a ambas" María sonríe, y alarga la mano a las dos personas mientras anda, intentando notar sus brazos. Sus voces ya daban bastante información, pero siempre era bueno tener una impresión más certera.

              "Soy... bueno, digamos que de un país muy lejano. Estaba en mi casa descansando, y cuando me dí cuenta acabé en ésta ciudad. No sé, exactamente que ha pasado... así que si hablo raro o si mi ropa es rar... ¿hmm?" María se toca a sí misma mientras vuelve en sí, just cuando se empieza a dar cuenta que su ropa es totalmente extraña: Lleva varias capas de camisas y capas de varias prendas de animales, pieles que le llegan casi hasta los tobillos y las rodillas haciendo una forma de falda extraña, una gargantilla y hasta una diadema con un extraño ojo "¿qué cojones es está ropa...?" dice con un tono de voz bajo, pero aún audible.

              Las cosas empezaban a encajar. El mundo, las personas, la ropa... estaba... ¿en otro mundo? Seguramente su otro yo seguiría dormida como un lirón y estaba soñando todo ésto. Así que sí venga, roll with it.

              "Bueno, pues que voy un poco perdida, lo siento" dice riéndose un poco, aceptando su situación, como quien acepta que va a la cárcel. "¡Ah! Casi se me olvida, éste compañero y amigo es Esclavo, mi mayor compañero" dice la chica extraña, mientras acaricia a su perro, con un tono de pelaje amarillento, que borda alegremente "dice que está encantado de conoceros también y que me hayáis ayudado. Puedo hablar con los animales parece, genial. Igual os ayuda eso. Hahaha. Haha.

              Haha.

              Ha.

              Ha."

              Sí. Claramente, estaba en un tripi de peyote o algo.

              AYN
              Ayn responde a Traki.
              -No llevo la trenza hecha? Juraría que al levantarme me la hice .
              Ayn mira con cariño a Traki y le responde otra vez.
              -Muchas gracias por tus palabras pero prefiero hacerme una trenza , si no termino comiendo mis propios pelos .
              Ayn ríe mientras se hace la trenza . Para de reír cuando ve al sacerdote con alguien extraño. Observa su tez oscura y sus pelos rizados . Cruzan sus miradas y Ayn ve en el extranjero la mirada de un niño que se cree alguien importante. Le da cierta ternura pero no la suficiente para prestarle más atención . Así que vuelve a mirar a sus compañeros y a escuchar al sacerdote .

              RONAN
              Ronan observa a sus personajes en la pantalla como interactúan entre ellos y le parece divertido . María está con Miela y pronto llegarán al cerdo combatiente y Elijah ya está con ellos
              Bien,bien, piensa para si mismo . En ese momento una luz aparece en la pantalla del pc , Ronan la mira pensando con fastidio que va tener que comprar un componente de repuesto mientras suspira pensando que ojalá tuviera el dinero suficiente para pagarlo sin problemas . Por eso no apaga el ordenador y sigue jugando . Pero la luz no desaparece, al contrario, sigue aumentando hasta que no puede más que cerrar los ojos . En ese momento siente un pitido penetrante y un mareo intenso . Como si lo estuvieran batiendo en una coctelera. Cuando termina el movimiento , oye voces alrededor y extrañado abre poco a poco los ojos . No puede creer lo que ve . Está sentado en una mesa del cerdo combatiente y enfrente tiene a sus componentes incluidos Elijah. Sorprendido se toca las ropas y son de esa época , tiene una jarra delante y puedo tocar todo y sentirlo como si fuera real.
              Ronan ya sabe lo que ha pasado , está en un isekai , no en sus mejores sueños esperaba algo así. Ahora es un personaje más de uno de sus juegos favoritos. Esto no podía nada más que mejorar .
              Entusiasmado alza su jarra, en una especie de brindis, y bebe de ella sin saber muy bien el contenido,pero comprueba que no está nada mal .

                JACKIE

                Jackie estaba en su habitación escuchando música, tumbado desde la cama decide bajar el volumen pero acto seguido al oír que seguían la discusión de sus padres en la planta de abajo decide volver a subirlo y cerrar los ojos

                con lo bien que estaba yo en Corea y ahora estoy en este pueblo de granjeros

                Hacía ya 5 días que su familia se había mudado a Innisport, un pequeño pueblo cerca de Massachuset donde su padre estudió de joven y a través de sus contactos había conseguido trabajo. 5 días que Jackie pese a no dejar nada que lo atacara a Seúl ya que apenas tenia conocidos y amigos, fueron 5 días en el que estaba aburrido

                Coge el ordenador y busca una biblioteca cerca de su casa

                bien, esta a menos de 15 minutos andando y esta abierta

                Salta por la ventana para que sus padres no se enteren y se dirige hacia allí. Era verano, sus padres se habían mudado y faltaba poco para empezar su primer día de instituto ya que faltaba poco para que acabasen las vacaciones de verano.

                A un ritmo rápido y sin llamar la atención de los transeúntes consigue llegar, como era de esperar verano y biblioteca eran 2 conceptos incompatibles y no se veía a nadie

                —Literarura de fantasía medieval tenéis?
                Pregunta a la señora de la entrada

                — hola!! Eres nuevo por aquí ? Nunca te había visto jovencito.. si quieres leer algo de ese género está al fondo.. por cierto de donde er..

                Jackie se desplaza hacia donde le indicó la señora, dejándola con la palabra en la boca, ya había obtenido la información y no quería le abrasara a preguntas sobre si era de China, Japón o la India!

                bien, este tomo de las aventuras de Ayn mata demonios no lo conocía

                Abre el libro, tras la primera página hay un post-it que dice el siguiente mensaje:

                “Tienes miedo? Si quieres vivir una aventura pasa al pasillo 3, cierra los ojos y di 3 veces: “chamusquina”, venga valiente atrévete!”

                Ya sea por el aburrimiento o por curiosidad , mira y observa que está solo en la biblioteca y que el ridiculo si lo hacía sería consigo mismo. Se dirige al pasillo 3 y cierra los ojos

                —Chamusquina
                —Chamusquina
                —Chamusqui…

                La cabeza le empieza a dar vueltas abre los ojos y..

                donde estoy?

                @sora63

                Las dos mujeres permiten que María las tome del brazo. La anciana lleva una túnica bastante típica, bien cuidada. La blusa de Miela es más suave y delicada, y denota calidad, lo cual es un poco raro para una mercenaria. A continuación, mientras María explica su situación, o al menos lo que entiende de ella, la viuda Sonsol y la soldado se miran la una a la otra mientras continúan caminando, ayudando a Miela junto con Esclavo.

                "Entiendo... más o menos." La señora Sonsol dice al fin, apretando el brazo de Miela con suavidad para infundirle ánimos. "Bueno, el mundo es a veces muy extraño. No me parece imposible lo que me cuentas. Quizá una maldición, o un hechizo... no sé, pero me temo que no soy la indicada para encontrar la respuesta a este problema."

                La viuda mira a Miela, hablándole con los ojos. Si se tratara de literalmente cualquier otra persona, Miela quizá hubiera rodado los ojos antes de alejarse. Pero para una persona con la que se llevaba bien sin tener que abrir mucho la boca, y que además era genuinamente una buena mujer con la que podía contar, por no decir nada de ser su casera...

                La soldado no tuvo otra opción que cerrar los ojos, respirar profundo, y dejar escapar un largo y sentido suspiro. Sabe exactamente qué va a decir la viuda a continuación.

                "Creo que hay un lugar donde puedes ir para ver si alguien sabe cómo encontrar tu camino de regreso a tu hogar." La viuda confirma la sospecha de Miela. "Hay una taberna a las afueras de la ciudad donde se reúnen muchos mercenarios para buscar trabajo. Algunos han venido de muy lejos, de modo que es posible que encuentres a uno que sepa cómo llevarte. Y Miela, aquí presente, puede guiarte hacia allá."

                /////////
                ////////
                ////////

                El camino hacia El Cerdo Combatiente no es muy largo, pero cuando la compañía se reduce a un perro y una mujer que le cuesta claramente hablar, el trayecto se siente algo más largo de lo habitual. Sin embargo, Miela le ofrece un brazo amablemente a María para que lo tome como desee, ya sea aferrándose a él, o incluso agarrando la tela de su blusa de los dedos. Además, la mercenaria no va con prisa, sino que amolda el paso al de la chica invidente.

                "Casi estamos." La mercenaria dice al fin. A sólo unas pocas decenas de pasos, la taberna se yergue cerca del camino, rodeada de bosque. Otra cosa no, pero al menos los olores aquí son agradables. Al contrario que en las calles de Innisport, aquí huele a bosque y a flores... y sólo por breves instantes a sangre, cuando iniciaron camino. Pero el fluido ya se ha secado sobre las botas y guantes de Miela. Al menos, el que no logró quitarse frotando con paño y arena. En algún momento, Miela abandona ya la capa del atracador asesinado. Fuera de Puerta de Baldur, no necesita ocultar que sabe matar. De hecho, hasta puede ser conveniente, teniendo en cuenta su destino...

                  María
                  De camino al Cerdo Combatiente.

                  KatamariRoller “Hay una taberna a las afueras de la ciudad donde se reúnen muchos mercenarios para buscar trabajo. Algunos han venido de muy lejos, de modo que es posible que encuentres a uno que sepa cómo llevarte. Y Miela, aquí presente, puede guiarte hacia allá.”

                  Mercenarios... la típica posada donde enviar misiones a los aventureros. O de las que el villano pide a un grupo de matar y violar a la pobre chica innocente. Espero que no sea la segunda, pensó María.

                  "De acuerdo. Si me decís en que dirección está puedo ir andando yo... ¿cómo? No no, insisto, ya os he molestado demasiado y..."

                  Así pues, las dos mujeres acompañan a María durante un largo rato de camino. El tacto es agradable, especialmente el de Miela. La calidad de su ropa denota una preocupación para vestir bien. Quizá por su trabajo, o quizá era alguien sensible. Debía serlo, sin duda.

                  "Muchas gracias por vuestro tiempo. He tenido mucha suerte de encontraros." dice María, sonriendo por fin. "Entonces, ¿vas mucho a ese sitio de los mercenarios, Miela? ¿Trabajas ahí?"

                  María intenta romper el hielo una o dos veces, pero se resigna al ver las cortas respuestas de la chica con acento extranjero. Quizá no era buena abusar de su buena voluntad. Bueno, andar en silencio por lo que es el campo (para alguien de Estados Unidos) no era tan malo.

                  Al entrar, sus oídos y nariz quedan abarrotados de centenares, sino miles, de nuevos estímulos. Pero un sonido retumba con diferencia al entrar sus acompañantes. Y otro al entrar ella.


                  Erdwan
                  De fiesta en el Cerdo Combatiente

                  La mesa se anima un poco más cuando entra Rati con un compañero suyo.

                  Milipu -Erdwan. Traigo buenas nuevas. Una demostración de que Ganimedes nos tiene algo reservado fiu fiu. Un viajero de más allá de Orion. Fiu fiu…

                  "Pero qué ven mis ojos estimado Rati, ¿primero Shasha y ahora un chaval? ¡Vas a acabar reclutando un buen ejército a éste ritmo!

                  Milipu -Hola… Este viejo (resoplador piensa Elijah) me ha dicho que vosotros me podríais ayudar a regresar a Innisport. No sé muy bien qué ha pasado…

                  "Bueno, lo primero es lo primero. Éste viejo es Rati, y yo soy Erdwan. ¿Y tú, chaval? ¿Dices que eres de un tal Innsport? ¿Qué te trae por aquí, éste lugar apartado de todo?"

                  Se oye (o parece escucharse) un ruido estático en el ambiente, y una de las sillas se ocupa de forma casi instantánea. Como siempre hubiera estado ahí. Un chico de la edad del compañero de Rati se volatiliza. Tiene la piel más clara, el pelo igualmente negro pero tirando a marrón caoba y unas prendas poco comunes, aunque eso en el Cerdo Combatiente era la norma.

                  En cualquier otro momento se hubiera llevado una lección por irrumpir en una mesa ajena, pero estaba de suerte, pues los suicidas no tenían misión. Además, Erdwan iba por su quinta cerveza.

                  Lyn Está sentado en una mesa del cerdo combatiente y enfrente tiene a sus componentes incluidos Elijah.

                  "Ten cuidado con ese viejo, o te arrastrará a trabajar gratis para su arca. ¡No quieres eso! Pero aparte de eso es un gran tipo" le dice Erdwan como si estuviera susurrando, sólo que en voz normal.

                  Apenas pronuncia el elfo éstas palabras y la cerveza acaba de bajar a la mesa que las puertas del Cerdo Combatiente se abren. Erdwan tarda un poco en responder, lo justo para darse cuenta de quien viene.

                  "¡MIELAAA!" dice Erdwan, gritando a pleno pulmón con una sonrisa de oreja a oreja "¡Has venido justo a tiempo! Ven a sentarte, antes de que me levante y te dé la bienvenida delante de todo el bar! ¿Vienes acompañada? ¡Ven por favor, bella damisela! ¡Las amigas de Miela son mis amigas, claro que sí!" todavía mejor. ¡Miela acompañando a alguien! ¡Y además una chica (y de su edad parece)! Ver a Miela hacer compañeras y que se haya atrevido a llevarla a la taberna le daba un orgullo extraño, casi paternal, pero que le satisfacía enormemente.

                  Hasta que vinieran Faude y Alida eso equilibraría el balance chicos-chicas de lo que era ya casi una fiesta. ¡La noche cada vez iba mejor!


                  María
                  Bar extraño (todos están aquí)

                  Milipu -María… Qué haces tú aquí?

                  Espera... esa voz... ¡Esa voz sí la conocía!

                  "¡¿Elijah?!" grita María, a la vez sorprendida y aliviada.

                  //Para que no nos perdamos: Ahora mismo está Erdwan, Traki, Merricat, Ayn, Elijah, Ronan (que ha aparecido de la nada) en una mesa, y ahora se sentarán Miela y María.

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                  Miela abre la puerta a María, dándole espacio de sobra para que pase junto con Esclavo. Aunque poco le falta para clavarle el pomo de la puerta en las costillas por el respingo al oír el grito de Erdwan llamándola.

                  ¿A estas horas y ya está así? Por Ilmater, a Miela le gustaba beber, pero...

                  Y lo siguiente no ayuda. Madre mía, qué bebido está. Ante la invitación del elfo, Miela sencillamente se pone firme y se apresta al... combate no, pero lo siguiente. Se inclina cerca de la chica invidente y le susurra al oído. "No né mala pesona, perr bebe mucho. Es un ba... barrrdo."

                  Y dicho eso, Miela acompaña a María hasta la mesa, donde le saca una silla antes de apartarse e ir a la barra a pedirle algo de comer y beber a Adolfo. No sabe los gustos de María, de modo que cuando vuelve a la mesa, lo hace con una jarra de zumo de uvas para ella, una cerveza para sí misma, y dos platos con huevos, salchichas, pan, cebollas asadas y tomates frescos que diligentemente empieza a cortar en trozos más pequeños para la joven. Una vez ha acabado, le da un par de toques en la muñeca con la empuñadura de los cubiertos, para ofrecérselos y que pueda comer.

                  Merricat

                  De pronto, la puerta de la posada se abre, dejando entrar un rayo de sol que ilumina el suelo de madera desgastada. Ayn entra con paso ligero, su figura esbelta recortada contra la brillante luz exterior. Los parroquianos se giran para mirar a la recién llegada, susurros de admiración y curiosidad llenando el aire. La semielfa se dirige directamente a la mesa donde están sus compañeros, una sonrisa amplia y radiante en su rostro.

                  Merricat está sentada junto a una ventana abierta, donde la brisa veraniega hace ondear las cortinas. Su melena rojiza brilla como el fuego bajo la luz del sol, y sus ojos resplandecen con intensidad. Al ver a Ayn, Merricat se levanta con los brazos abiertos, una sonrisa iluminando su rostro.

                  "¡Ayn, la valiente arquera que derribó a un balrog de fuego! Debo decir, ¡hiciste que ese demonio de los tiempos antiguos pareciera un simple blanco de práctica!", exclama sonriendo.

                  En ese momento, la puerta de la posada se vuelve a abrir, dejando entrar al viejo sacerdote Rati, envuelto en una capa de viaje ligera. A su lado, un joven desconocido observa con ojos curiosos.

                  "Rati, me alegra verte," dice Merricat con afecto genuino, tomando las manos del sacerdote en un gesto de respeto y amistad. La mirada de Rati, aunque cansada, brilla con una chispa de sabiduría y bondad.

                  Luego, Merricat se vuelve hacia el forastero, un joven de una edad parecida a la suya, con una sonrisa amable. "Soy Merricat," se presenta con una reverencia elegante, su melena cayendo en cascada sobre sus hombros. "¿Y tú eres...?" pregunta. "¿Regresar a Innisport? ¿Dónde está Innisport?", le pregunta a Erdwan.

                    King no podía ver nada, ni tampoco abrir los ojos. Cuando despertó, se encontró flotando en una negrura absoluta, cálida y reconfortante, que parecía tocar cada célula de su ser. Sentía también a Bailey, abrazándolo contra su pecho, rodeándolo con suavidad y cariño. Pero también había alguien más. Un tercer ser que rodeaba a ambos con sus brazos, que los quería y los protegía, y que King creía reconocer... y en quien su fueron interno le decía que podía confiar.

                    King no se sentía tan feliz y en paz desde que estuvo en el útero de su madre, rodeado de sus hermanos de camada.

                    El perro casi estaba exultante de felicidad, y la pregunta de dónde se encontraba exactamente parecía flotar perezosamente en la periferia de ese espacio que compartían Bailey, el ente desconocido pero amable, y él mismo. La duda le era tan irrelevante como un pez que los mirara desde la lejanía.

                    Sin embargo, aquello que los abrazaba a Bailey y a él abrió los brazos lo suficiente para dejar que King, incapaz de moverse, empezara a separarse. Parecía que una marea invisible lo empujaba. Al principio no se preocupó, porque parecía algo natural, pero cuando los dedos de Bailey se aferraron a su pelaje por un momento, demasiado débiles para mantener el agarre y evitar que se alejara, un pinchazo de miedo se clavó en su mente. Sintió su corazón later cada vez más rápido conforme flotaba, apartándose de su ama, hermana, y casi madre. Para un perro como él, había poca diferencia: Bailey era casi todo su mundo. Y a medida que se alejaba, el calor disminuía. Trató de mover las patas, pero ahora todo el cuerpo parecía pesarle. Estaba recuperando el control, podía empezar a patalear, pero sentía que era demasiado tarde y Bailey se perdía en las tinieblas, ocultándose a su vista.

                    Con un último esfuerzo desesperado, con el corazón y el nombre de Bailey en la garganta, King puso todas sus fuerzas en patalear. El líquido que lo envolvía empezó a perder densidad y logró hacer más y más distancia gracias a su esfuerzo. Hasta que al fín, antes de darse cuenta... su cuerpo logró romper la superficie del agua.

                    Entonces supo que algo andaba mal de verdad.

                    King empezó a abrir los ojos mientras continuaba pataleando por la superficie de lo que intuyó que era agua. No fue algo fácil, sobre todo porque la luz del día lo cegaba. Poco a poco, mientras seguía nadando, pudo ver dónde se encontraba. Estaba nadando en lo que parecía ser una charca en un bosque. Una charca profunda, alimentada por una cascada humilde pero que no dejaba de verter agua en ella. Tras pelear con el agua y pasar entre nenúfares por unos momentos, King atravesó un grupo de cañas y salió del agua al fin, sus patas tocando tierra firma y una suave alfombra de hierba.

                    Empezó a toser, expulsando con dificultad flema y líquidos que naturalmente no conocía, para a continuación empezar a sacudirse por un irrefrenable instinto canino. Antes de pensar siquiera en lo que estaba viendo. O sintiendo.

                    Su cuerpo ya no era el mismo que antes. Podía intuirlo. Se sentía más... grande. Más fuerte. Más sensible a su ambiente. Sus oídos y su sentido del olfato, que siempre habían sido excelentes, parecían ahora llevarlo a una nueva cota a la hora de leer sus alrededores en su mente. Sus ojos funcionaban como siempre, eso sí. Y con estos nuevos sentidos, lo primero que hizo fue ver y oler a las docenas de animales que rodeaban la charca, mirando el agua. Conejos, ciervos, pajarillos... una auténtica audiencia de docenas de animalillos lo observaban con curiosidad y algo de preocupación, pero sus ojos iban de la charca a él y viceversa. Sabían que era peligroso, pero algo exigía su atención, y King sintió curiosidad. Tras rodear las cañas para poder mirar qué estaba ocurriendo, se sentó y se unió a ellos en mirar fijamente lo que dominaba ahora su mente.

                    Una masa difícil de describir flotaba en el agua.

                    Su forma era vagamente similar a la de un huevo, y parecía componerse de algo similar a la miel. Era un líquido dorado en la superficie, donde la luz del sol penetraba en ella un poco y provocaba la aparición de puntos de luz y burbujas. Sin embargo, la luz no lograba alcanzar el interior y mostrar lo que se encontraba en su centro. En lugar de ser un huevo perfectamente consistente, la miel se esparcía por el agua de la charca, creando hilos dorados que se disolvían en ella.

                    King se decidió a esperar, tumbándose sobre la hierba y descansando la cabeza sobre sus propias patas. Su cuerpo le parecía extraño... distinto... de buenas maneras, principalmente. Aparte de un momento de debilidad mientras nadaba en la charca, la verdad es que se sentía perfectamente, hablando de su físico. Sin embargo, su preocupación excedía esa percepción con creces.

                    Bailey se encontraba dentro del huevo dorado.

                    Era un hecho innegable. Lo sabía en el fondo de su alma animal porque él mismo estaba ahí hace un momento. Gimió de preocupación, observando el huevo sin saber qué era, o qué hacer. ¿Debería volver a entrar en él? La idea lo tentaba, ¿pero y si lo rompía? Era mejor esperar... ¿pero estaba Bailey bien ahí dentro? ¿Necesitaba que la rescatara, o saldría del huevo igual que había hecho él? Su preocupación rozó la obsesión mientras su cola apelmazaba la hierba detrás de él a golpes. Una cola más larga y peluda que la que solía tener, pero eso le importaba entre poco y nada en ese momento. Sencillamente aguardó, impaciente y nervioso como estaba, uniéndose a los demás animales en su vigilia.

                    Isolee ¿Regresar a Innisport? ¿Dónde está Innisport?

                    Elijah observa a María que entra acompañada.

                    -Qué haces aquí? Tú también?-acto seguido se dirige a la pelirroja de ojos rojos-. Me llamo Elijah y ella es María, somos de Innisport...

                    Elijah iba a explicar cómo era y donde estaba pero sabía que esa gente no sabría ubicarlo. Lástima que Ronan no estuviese allí, seguro que él sabría mejor qué sitio era ese.

                    -No recuerdo como llegué señora Merricat. Pero de donde venimos se ha despertado algo maligno y mágico... Yo no creía en esas chorradas... Y ya ves, aquí estoy, sentado ante dos mujeres de una belleza y exotismo que ni me podría imaginar en medio de... No sé en dónde estoy la verdad

                    Se dirige a Ayn:

                    -Me gustaría invitarte a algo, pero mi dinero parece que no vale aquí. Pero quizás a la noche podamos quedar para hablar y conocernos-dice Elijah poniendo los ojos del gato con botas

                      María
                      Cerdo Combatiente

                      Milipu -Qué haces aquí? Tú también?

                      "¡Sí! La verdad es que ha sido horrible... si no fuera por Miela todavía estaría vendida en la ciudad... Menos mal que os he encontrado, todavía hay gente que.... ¿Elijah?" María empieza a hablar emocionada de oír una cara familiar, para decepcionarte inmediatamente al ver a Elijah tirando fichas.

                      "¡Pero bueno!" María se siente decepcionada en su mesa mientras tantea su comida y come un poco "muchas gracias de verdad Miela 😃 no hace falta que me cortes la carne puedo comer si sé donde está" habla un poco con la misteriosa chica para no preocuparla, e immediatamente vuelve a echarle la bronca a Elijah "Si tú estás aquí quizá otros del instituto estén aquí. ¿En vez de buscarlos o conseguir dinero te pones a pensar con la polla? "

                      María sigue insistiendo en buscar dinero a Elijah. Si Ronan está en la mesa ella lo ignora, al no haber escuchado su voz.

                      Erdwan
                      Cerdo Combatiente

                      Erdwan se tapa la boca para evitar partirse de risa ante la situación.
                      Intentar ligar con Merricat y Ayn era complicado, sin dinero era difícil, y con su ¿amiga? al lado directamente una aventura. Así que decirse apiadarse de ellos.

                      Que sean divertidos y le hayan caído bien también ayuda, claro.

                      Isolee “¿Regresar a Innisport? ¿Dónde está Innisport?”, le pregunta a Erdwan.

                      "No había oído hablar de ésta ciudad, o Reino, en mi vida. Pero bueno, tengo aquí un mapa de las tierras conocidas" Erdwan hace acopio de su bolsillo, y saca un pergamino finamente enrollado.

                      "Éste es el continente actual, Faerûn." Empieza a explicar Erdwan. No es exhaustivo ni de lejos... hay Tierras mucho más lejanas, como las de Miela, o las vuestras. ¿Os suena de algo?"

                      "Si hablo con Adolfo igual os dan un par de mantas para la noche. Y si queréis dinero, nada como hablar con Adolfo, o aún mejor" mientras habla, señala detrás del grupo, en un gran cartón en la pared, de la que hay algunas anotaciones "ir al cartel de misiones. Parece que tenéis algunas habilidades y podréis hacer las misiones más sencillas.

                      Eso sí, no recomiendo hacer ninguna sin un grupo mínimo de cuatro personas. Cinco, quizá."

                      — Anda! Más gente preguntando por ese lugar.. yo os ayudo, pero

                      Extiende la mano

                      — Dos monedas de oro por cabeza

                      Mira pensativo a Elijah

                      este esmirriado Drow pretende cabalgar a semejante yegua? Ayn demasiada mujer para tan poco relleno