Lyn María sólo respira entrecortadamente al principio. Ronan la besa, cada vez más y más apasionadamente. La respiración se hace cada vez más profunda, sus manos recorren su cuerpo de forma cada vez más apresurada. Por su cabeza pasan decenas de cosas diferentes y problemas, tanto con Ronan, como por el grupo, como fuera de él. Problemas que se apagan poco a poco.
Todos sus pensamientos se apagan cuando Ronan le quita el traje y hunde su cabeza en sus pechos, casi sin saber donde poner la cara, y la boca. Su cara se enrojece y su lujuria se desenfrena, arrancando toda la ropa que tiene Ronan, hundiendo su cara y respirando su pelo, su cuerpo musculado, su piel, su sudor. Sus manos se mueven arriba y abajo en su espalda, agarrándola con fuerza y marcando sus uñas. Cuando termina, le abraza la cabeza hundiéndola en su cuerpo.
Ronan le agarra la mano, mientras ambos siguen tumbados. Ronan mira las estrellas, pero María está completamente agotada y con el pelo revuelto. Al poco de terminar, los recuerdos vuelven, y la magia termina.
Tras un rato tumbados, empieza a peinarse su propio pelo y ajustarse la ropa correctamente. "Esclavo tiene ganas de dar una vuelta. Llévatelo si vas a buscar hierbas" le dice a Ronan, mientras se ajusta la ropa adecuadamente. Es lo único que le dice en toda la noche.
María se queda sola mientras se cambia de ropa, y recuerda el cómo Bailey la llevó a cambiarse y ducharse cuando ocurrió algo parecido. ¿La recordaba porque se había quedado en el templo, encabezada en hablar con su Diosa, y le recorría la culpabilidad? ¿O porqué la recordaba...?
"Porqué no podría ser todo tan sencillo..." se lamenta.
(//Fin de la escena por mi parte.)