Un cabronazo de la vieja escuela. De los de comer alambre de espino y mear napalm.
Capaz de brillar como protagonista y como secundario. Tanto de héroe, como de villano.
Decidió ser actor pasados los 30, conoció y se hizo colega de Dustin Hoffman en la escuela de interpretación, éste le ayudó a entrar en el círculo de Broadway, y el resto es historia.