Elijah escucha el 'swish' de la pelota entrando limpia en la red y ve a Amari mostrarle los dos pulgares hacia arriba en tono de aprobación.

"Tu tiro ha mejorado mucho, Eli. Pronto tirarás mejor que el imbécil ése de DJ".

Su hermano intentaba darle ánimos, pero Elijah tenía cierto complejo en cuanto a su tiro y las palabras de Amari comparándolo con Dylan no eran lo que necesitaba en ese momento. Con su altura y condiciones físicas, sabía que su potencial global era mucho mayor al de su compañero, pero a día de hoy DJ era uno de los mejores lanzadores del estado a nivel escolar y la primera opción de tiro en el equipo. Sabía que era complicado que dos recruits de un mismo instituto terminaran becados en una universidad de prestigio, así que la competencia era clara y sin cuartel. Amari le ve serio y parece preocuparse:

"¿Estás bien? ¿Estás preocupado por esa chica? ¿Es amiga tuya?", pregunta, siempre curioso, mientras entráis en vuestro bloque y escucháis a la señora Jennings pegarle gritos al holgazán de su marido.

"Está bien que te pases el día bebiendo cerveza barata y viendo la televisión, solo te pido que por lo menos ¡no seques tu ropa interior en el microondas!"

Amari se ríe y entráis en vuestra casa, siempre llena de gente.


PAL

No sabes dónde vive la familia O'Shea. Es una familia respetada en la escuela, pero modesta y discreta que solo se deja ver en los festivales de música de su hija o cuando la mayor, Anna, recibía algún premio estudiantil. Sabes que Anna había hecho prácticas en Radio Wisp durante su último año de instituto, tu tío la había mencionado en alguna conversación vagamente.

Milly hace un intento de dirigirse a la casa de Aislinn, pero pronto se da cuenta de que no tiene información suficiente para empezar su búsqueda. Con un suspiro, se resigna y se deja caer en su vieja silla de piel, desgastada por el uso constante. Enciende su ordenador y se sumerge en el mundo de Twitter, decidida a escribir un mensaje. Después de unos minutos de reflexión, publica su tuit. No pasa mucho tiempo antes de que Leo lo vea y le responda.

@LuckyCat_Leo
"Dicen que vive cerca de la plaza del mercado. Tampoco es que los O'Shea se dejen ver mucho ahora que Anna no está. #SleuthsAtWork"


María, con sus vendas visibles en lugar de las típicas gafas de sol, atrae algunas miradas en el pasaje. No le importa ser el centro de atención; de hecho, prefiere los cuchicheos a ceder ante las expectativas de los demás. Mientras se abre paso, un hombre de unos cincuenta años, con una apariencia desaliñada, la reconoce. "Ah, si es la pequeña María de los Abellán," dice con un tono que mezcla sorpresa y familiaridad. Otro hombre, con una sonrisa burlona, se une a la conversación: "¿No deberías ser tú quien nos diga qué ha pasado?".

Antes de que María pueda responder, un joven enclenque se acerca y la toma del brazo, alejándola un poco del grupo. Su perro guía, Esclavo, gruñe ante el contacto abrupto. "Ey, tranquilo, perrete. Soy Carlos, Carlitos, de décimo curso," le dice el chico a María, intentando calmar la situación mientras levanta las manos. Ella no lo reconoce de inmediato. "Tú y Eric me ayudasteis con mi trabajo de fin de curso el año pasado," añade, esperando que ella lo recuerde. Y lo hace.

"Oye, ¿sabes algo de Aislinn O'Shea? Ha desaparecido y la policía está preguntando por ahí," comenta Carlos con un tono de preocupación. "Creo que era de tu curso, ¿no?"


Alan Bruer, el padre de Bailey, tiene ese aire de un escritor que ha vivido historias tanto en la vida real como en su imaginación. Aunque su cuerpo muestra signos de cansancio, sus ojos brillan con una sagacidad e inteligencia literaria que no se ha desvanecido con el tiempo. En respuesta al suave asalto de Bailey, se endereza en su asiento, intercambiando sus gafas habituales por unas para leer de cerca. Se sumerge en la lectura durante unos minutos antes de quitarse las gafas y dirigir su mirada hacia Bailey, su expresión mezcla de reflexión y curiosidad.

"Es la hermana de esa muchacha periodista, ¿verdad? La que dirigía el periódico escolar hace unos años," dice, su voz llena de recuerdos. "Siempre quiso entrevistarme, pero nunca me han gustado las entrevistas. Suelen ser una experiencia pueril. Además, ella tenía una habilidad especial para indagar más de lo normal y si algo me gusta menos que las entrevistas pueriles son las entrevistas que no lo son..." Alan se pierde por un momento en sus pensamientos antes de volver a la realidad. "¿La conoces bien?", pregunta con genuino interés, mirando a Bailey con curiosidad.

    Isolee Otro hombre, con una sonrisa burlona, se une a la conversación

    María siente que sus mejillas se empiezan a enrojecer y a estallar de ira. ¿Qué vas a saber tú, capullo?

    Antes de que pueda explotar y decir algo de lo que arrepentirse, alguien se la lleva. Al principio está confundida, pero al escuchar sobre su trabajo y de Eric, empieza recordar.

    "Oh, perdona pero... ¿mm? ¡Ah! Carlitos, ¿el del excel, las macros y los informes? Perdona que no te recordara... ¡Tu trabajo fue muy impresionante! Tienes talento, deberías pasarte por el club de informática" María empieza a sonreír honestamente. Por fin alguien decente con quien hablar hoy.

    Su felicidad no dura mucho al hablar de la chica desaparecida. ¿Aislinn? Claro, era de su edad, pero... "no la conocía muy bien. Sé que era simpática y tenía sus fans en clase. Pero no me hablaba con ella." Y, efectivamente, no sabía nada de lo que le había pasado. Maldita esa, ese gilipollas tenía razón, aunque lo dijera de broma.

    María sopesa por un momento. Ir a casa sigue sin ser atrayente de momento, y para una persona decente con la que se encuentra hoy... espera, ¡no! Eso no es lo importante. María, como ciudadana estadounidense honesta que es, debería...

    "Deberíamos hablar con la policía. Quizá ellos sepan algo más, y es nuestro deber como ciudadanos informar" María repite casi robóticamente pero orgullosa de sí misma. Coge la mano de Carlos para no perderlo y que le ayude a caminar "¿vamos?".

    Tendrá que tirar de la correa de Esclavo. No es el camino habitual y no le gustan los ruidos, pero como buen perro guía entenderá que hacer.

    //Entiendo que la policía está cerca a una distancia caminando asequible. Si no es así y lo he entendido mal, modificaré el escenario para preguntarle lo que sabe de la desaparición.

    Isolee Alan Bruer, el padre de Bailey, tiene ese aire de un escritor que ha vivido historias tanto en la vida real como en su imaginación. Aunque su cuerpo muestra signos de cansancio, sus ojos brillan con una sagacidad e inteligencia literaria que no se ha desvanecido con el tiempo. En respuesta al suave asalto de Bailey, se endereza en su asiento, intercambiando sus gafas habituales por unas para leer de cerca. Se sumerge en la lectura durante unos minutos antes de quitarse las gafas y dirigir su mirada hacia Bailey, su expresión mezcla de reflexión y curiosidad.

    “Es la hermana de esa muchacha periodista, ¿verdad? La que dirigía el periódico escolar hace unos años,” dice, su voz llena de recuerdos. “Siempre quiso entrevistarme, pero nunca me han gustado las entrevistas. Suelen ser una experiencia pueril. Además, ella tenía una habilidad especial para indagar más de lo normal y si algo me gusta menos que las entrevistas pueriles son las entrevistas que no lo son…” Alan se pierde por un momento en sus pensamientos antes de volver a la realidad. “¿La conoces bien?”, pregunta con genuino interés, mirando a Bailey con curiosidad.

    Bailey disfruta del peso y el calor de King en su regazo, y mirarlo a los ojos. El perro se relame los labios y empieza a relajarse, entrecerrando los ojos. Mientras su padre deja bien claro que no le gustan mucho las entrevistas, Bailey deja sus ojos sobre su perro, pero pone toda su mente en escuchar a su padre. Es un buen truco, si eres un poco lenta, y Bailey es consciente de sus limitaciones.

    Ante la pregunta de su padre, Bailey trató de hacer memoria, pero realmente no había mucho en lo que escarbar. "Qué va. La he visto algunas veces, pero nunca he hablado con ella. Si la poli me pregunta, ni idea qué decirles."

    Tras soltar un pequeño suspiro, Bailey esta vez vuelve su atención hacia su padre, estirándose para poder mirar hacia arriba, a sus ojos. "¿Mañana necesitas que haga algún recado?"

    Dado que Alan era un tipo más bien hogareño, normalmente es Bailey quien se ocupa de hacer según qué recados. Alguna vez, Bailey se preguntaba si eso no sería en realidad un problema. Si no estaba mimando demasiado a su padre, por decirlo de alguna manera. Pero ese pensamiento no solía perdurar en la mente de una ocupada y ajetreada adolescente de 17 años.

    • PAL

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      • Editado

      Isolee @LuckyCat_Leo
      “Dicen que vive cerca de la plaza del mercado. Tampoco es que los O’Shea se dejen ver mucho ahora que Anna no está. #SleuthsAtWork”

      Milly responde en Twitter a su compañero del periódico:

      @Milly Pencott
      "¡Gracias Leo! 😘
      En el insti podremos preguntar a la gente de su clase, ¡alguien tiene que saber dónde vive! Le escribiré a su hermana en el correo del periódico de Boston también, ¡que sepa que la nueva generación de periodistas del Pine Ridge hará todo lo posible por esclarecer su desaparición!

      No te olvides de escuchar al tío Alex esta noche en la radio, seguro que habla del tema.

      PD: ¡¡¡Ah!!!! Y tengo que decirle lo que nos ha pasado en El Puente Colgante, ¿quién mejor que él para explicarnos lo ocurrido? Puede que lo comente en el programa.

      Milly busca en Google la web del periódico de Anna O'Shea, la dirección de contacto de la periodista y le deja un mensaje:

      Hola señorita O'Shea,
      Soy una estudiante senior del Pine Ridge, del club de periodismo, y una fan suya, la considero un modelo a seguir. Lamento mucho la noticia de la desaparición de su hermana, y quiero que sepa que el club de periodismo hará todo lo posible por ayudar a su búsqueda. Por eso le pido que nos dé cualquier información que pueda sernos útil para encontrarla, los estudiantes conocemos los entresijos del instituto mejor que nadie y podríamos atar cabos que se le pase a la policía.

      También me gustaría hablar con sus padres, pero no conozco bien a su hermana (va un curso por debajo de mí), ¿podría pasarme su dirección?

      ¡Gracias!
      Atentamente,
      Milly Pencott

      A continuación Milly le escribió un mensaje a su tío Alex sobre lo que les había pasado a ella y Leo en El Puente Colgante, comentando la desaparición de Aislinn, y diciéndole que con tantas novedades, esperaba con ganas su próximo programa de radio.

      Acto seguido, encendió la radio y se puso a buscar en internet cualquier cosa sobre la familia O'Shea. Quién sabe, igual encontraba su dirección, o había alguna noticia reciente que pudiera tener relación con la desaparición de Aislinn.

      Búsqueda en internet:

      🎲

      • Lyn

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        • Editado

        Ronan sigue preguntando a Ralph sobre la desaparecida. Es curioso que estuviera en su misma clase y no supieran apenas nada de ella. Lo que sabían lo sabían más por los cotilleo del pueblo que por otra cosa. Aunque eso en verdad se podía aplicar a él mismo. Pensó que si desaparecía muchos se preguntarían que aspecto tenía ese tal Ronan del que hablaba.
        La voz de Shioban le distrajo de sus pensamientos.
        -La cena, la cena, Ronan. Tenemos que cenar ya, eso tranquilizará a mamá.
        Cierto, piensa Ronan. Así que se afana en terminar de cocinar mientras piensa en qué quizás pueda echar después un vistazo en Internet y descubrir algo más.
        Se pregunta cómo es posible que una chica de su clase haya desaparecido. El pueblo es muy tranquilo, incluso aburrido para su gusto. ¿Por qué entonces una chica como ella tan "perfecta" podría desaparecer así? Sonaba casi como a un chiste. Un escalofrío recorrió su espalda mientras iba poniendo la comida en los platos. Realmente esperaba que la, desaparición fuese una tontería una niñería, pero su instinto le decía que algo no iba bien en todo esto. Debería investigar un poco más, eso es lo único que tenía claro ahora mismo mientras no deja de pensar en esa serie de Lynch.

          Lyn

          Ronan, tírame 1d6 para un chequeo de Percepción.

          • Lyn respondió a esto

            Isolee Amari se ríe y entráis en vuestra casa, siempre llena de gente.

            -Ya llegamos!

            Dice Elijah mientras deja la pelota en la entrada y va a la cocina a buscar algo para cenar.

            -Apestas a sudor. Vete a ducharte- le dice su madre.

            -Ya, ya... Me extraña que no me hayas preguntado por la chica desparecida mamá. ¿Ha venido la policía a preguntar?

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            María, desorientada en la búsqueda de la patrulla que ha hecho acto de presencia en el barrio del Pasaje, sigue a su perro, Esclavo. El animal, aunque entusiasmado con su misión, parece igualmente confundido y su instinto termina llevándoles frente a una camioneta en la que un hombre de mediana edad y cara de pocos amigos, vende perritos calientes como si estuviera perdonándole la vida a sus clientes.

            "¿Qué miras, chucho? ¿Acaso sabes leer?", dice señalando el rótulo encima del mostrador. "Exacto. Ahí pone Hot Dogs o, lo que es lo mismo, salchichas de perro caliente. Ahora lárgate de aquí si no quieres convertirte en la ronda de mañana. Y vosotros con él, mocosos. Ya he quedado servido de sabuesos de mierda por hoy".

            Fallo en la tirada de Percepción


            Alan asiente con algo de timidez, sintiéndose mal por depender tanto de su hija. "Sabes, Bailey, la señora Doyle nos trajo otra de sus cestas de verduras hoy. Me gustaría devolverle el gesto. Quizás podríamos encontrar algo especial para ella, algo del Mercado de Santa Úrsula. Tal vez una caja de bombones exquisitos, algo que ella y su marido puedan disfrutar juntos." Su voz lleva un tono de gratitud y respeto, pero también nostalgia y un punto de envidia.

            Mirando a Bailey, su voz adopta una seriedad suave. "Y sobre lo de la policía y la desaparición de esa chica, Aislinn, no te agobies demasiado. Resolver ese misterio no es tu carga que llevar. La vida ya tiene suficientes complicaciones sin sumarle las preocupaciones de los demás."

            Luego, con una mirada más ligera, pero igualmente sincera, Alan añade, "Y por favor, intenta disfrutar un poco más de la vida, Bailey. Eres joven, y esa juventud es fugaz. No la malgastes preocupándote constantemente."

            La conversación se desvanece suavemente, dejando en el aire una sensación de nostalgia y calma.


            Milly encuentra el correo profesional de Anna O'Shea sin demasiados problemas. Es una de las periodistas jóvenes más prometedoras de la región de Nueva Inglaterra y su sección de Sucesos en el "The Boston Globe", aunque de apenas un año de vida, ha tenido una acogida excepcional, especialmente en redes.

            Sin perder tiempo, Milly se lanza a una búsqueda en internet, siguiendo el rastro de Aislinn a través de Anna. Tras un rato, y casi más por morbo que por esperar encontrar alguna pista, entra en la página web de la escuela, específicamente a la sección dedicada a la Clase del 2015 de Pine Ridge. Entre las fotografías del pasado, una en particular le causa una impresión profunda: una imagen de una joven Anna junto a su familia. Lo que realmente capta la atención de Milly es la presencia de dos niñas idénticas en la fotografía: Aislinn y otra niña, su gemela, prácticamente iguales excepto por una leve diferencia en altura. Milly se encuentra intrigada, tratando de discernir cuál de las dos es la desaparecida Aislinn, aunque no está completamente segura, como no lo está de que ese sea ahora el único misterio.

            Éxito en la tirada de Inteligencia (Investigación)


            Shanti se erige como una figura inquebrantable y determinada, la matriarca indiscutible del clan familiar. Su liderazgo se cimenta en una mezcla de fuerza y resolución, contrastando marcadamente con la actitud de George, su esposo. Él, más absorto en sus labores en el puerto y ocasionalmente en escapadas con los amigos al Pasaje del Alquitrán, muestra poco interés en los asuntos domésticos. La educación de sus hijos parece ser un tema ajeno a sus preocupaciones, a diferencia de Shanti, quien, pese a sus errores, se esfuerza por guiar a sus hijos hacia un futuro digno, lejos del ejemplo de su padre.

            En medio de estas reflexiones, Elijah observa cómo su madre adopta una postura desafiante, con los brazos en jarra. "Los policías patrullan el barrio a diario. Hoy buscan a una niña blanca desaparecida, sí. ¿Y qué? Estará con alguien que la habrá engatusado. Pero tú, Elijah, concéntrate en el juego", le dice Shanti, tocando con un dedo su pecho. Aunque no es alta, cuando se enfada su presencia impone más temor que la del propio Coach Benson, piensa Elijah.

            "¡¿Tienes algo que ver con eso?!", inquiere Shanti de repente, sopesando esa posibilidad con un súbito atisbo de pánico.

            En ese momento, Georgie, el hermano mayor de Elijah, entra en la casa y saluda a su hermano con un puñetazo entre bromista y enérgico en el hombro. "¿Cómo va a conocer él a una niña del Centro? Y blanca, además. Si ni siquiera ha logrado invitar a una animadora a salir, siendo la estrella del equipo de baloncesto. Y esas van a quince dólares la media docena", se burla, golpeando el hombro de su hermano con fuerza.

            "¡George, no le pegues en el hombro!", interviene Shanti, preocupada, mientras consuela a Elijah, su última esperanza para la redención y el progreso de la familia Musa.


            La cena discurre normalmente, con Ronan dándole de comer a su madre, presente ahora en Innisport solo de forma física. Al otro lado de la mesa, Siobhan observa a su hermano ausente, más taciturno de lo habitual, pensando quizás en su compañera desaparecida. Tan madura como siempre, coge la cuchara de la mano de su hermano sin mediar palabra y sonríe a su madre, retomando la tarea de Ronan.

            "Está delicioso, ¿no es así, mamá? Ronan y yo hemos seguido la receta de la abuela Fiona. Aunque claro, nunca sabe tan bien como cuando tú lo cocinas. Estoy segura de que cuando te recuperes, nos lo demostrarás otra vez...", dice Siobhan con una mezcla de esperanza y nostalgia.

            Al escuchar a su hermana hablar, Ronan se aparta momentáneamente de sus preocupaciones sobre Aislinn para centrarse en su hermana. Aunque duda de si Siobhan cree realmente en la recuperación de su madre, le duele en el alma escucharla hablar con tal ternura y esperanza. De pronto, un detalle capta su atención, percibiendo un cambio en su hermana. Falta el colgante que la abuela Fiona dejó a Siobhan al fallecer, una reliquia familiar que Siobhan siempre había atesorado desde niña. Ronan se sorprende al notar su ausencia, un adorno que había sido un constante en el cuello de Siobhan desde la muerte de su abuela paterna, que había seguido poco después a su padre, posiblemente abatida por el dolor.

            Éxito en la tirada de Percepción

              //¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Una hora, dos?

              "Ehh vale vale... ya nos vamos... qué mal genio... si me entero de quién eres te hundiré a críticas negativas..."

              Era esperable. Buscar con prisas no era su punto fuerte, por motivos obvios.

              "Perdona... te hecho perder el tiempo, Carlos" María ríe, de forma nerviosa y decepcionada consigo misma "miraré por internet, a ver qué pasa... pero bueno, ¿no es posible que se haya ido de casa?" María intentaba quitarle hierro al asunto. Aunque, sin información, no parecía lo más sabio. "Ya es tarde... nos vemos en clase."

              //Si tengo suficiente tiempo (digamos, no es medianoche aún) hago lo siguiente:

              María llega a casa, conecta su ordenador especializado con teclado táctil y reconocimiento por voz, y empieza a navegar por twitter a ver los comentarios general, ver qué se sabe hasta el momento, los principales rumores y, por supuesto, poner el mensaje de rigor:

              @True-observer_María
              Esperemos que Aislinn aparezca pronto. Todo mis ánimos a la familia 🙂 ^^

                sora63

                Llegas a casa y haces todo eso, pero además, gracias a tu gran inteligencia y mente analítica, caes en la cuenta de que el hombre ha mencionado estar harto de "sabuesos" y te maldices por no haber prestado atención a la clara referencia a la policía.

                Tira 1d6.

                  • PAL

                      LVL:  118
                    • Editado

                    Isolee en la página web de la escuela, específicamente a la sección dedicada a la Clase del 2015 de Pine Ridge. Entre las fotografías del pasado, una en particular le causa una impresión profunda:

                    Milly se da un golpe con la palma de la mano en la frente al encontrar la foto: ¡una hermana gemela! ¡Esto se ponía cada vez más interesante! Porque cuando un gemelo desaparece, ¿cómo estás segura de que realmente ha desaparecido uno de los dos en concreto? ¿Y si uno finge ser el otro? No sabía que Aislinn tuviera una hermana gemela... la foto es antigua, ¿seguirá viva la hermana gemela? ¿Acaso falleció y por eso no le suena de nada? ¿Sigue yendo al instituto con normalidad? Si lo hace... ¡será fácil encontrarla ahora que sé qué aspecto tiene y preguntarle dónde vive! Y si no me lo dice, ¡pues la seguiré hasta su casa!

                    Y si no, podría preguntarle al profesor Gray, con él se llevaba bien y tal vez le dijera la dirección de la chica.

                    Se tumbó en la cama a esperar a que empezara el programa de radio de su tío y le mandó un mensaje privado a Leo con el móvil:

                    ¡Aislinn tiene una hermana gemela! La he visto en una foto de familia del anuario de la clase de 2015, en la que sale Anna con su familia. ¿Sabías algo de eso? ¿Sigue yendo la hermana al instituto? ¿Será de verdad Aislinn la que ha desaparecido? Vamos a tener mucho que investigar en el insti esta semana.

                    PD: ¡Acuérdate de encender la radio!

                    Isolee Alan asiente con algo de timidez, sintiéndose mal por depender tanto de su hija. “Sabes, Bailey, la señora Doyle nos trajo otra de sus cestas de verduras hoy. Me gustaría devolverle el gesto. Quizás podríamos encontrar algo especial para ella, algo del Mercado de Santa Úrsula. Tal vez una caja de bombones exquisitos, algo que ella y su marido puedan disfrutar juntos.” Su voz lleva un tono de gratitud y respeto, pero también nostalgia y un punto de envidia.

                    Mirando a Bailey, su voz adopta una seriedad suave. “Y sobre lo de la policía y la desaparición de esa chica, Aislinn, no te agobies demasiado. Resolver ese misterio no es tu carga que llevar. La vida ya tiene suficientes complicaciones sin sumarle las preocupaciones de los demás.”

                    Luego, con una mirada más ligera, pero igualmente sincera, Alan añade, “Y por favor, intenta disfrutar un poco más de la vida, Bailey. Eres joven, y esa juventud es fugaz. No la malgastes preocupándote constantemente.”

                    La conversación se desvanece suavemente, dejando en el aire una sensación de nostalgia y calma.

                    Bailey hizo planes en su mente mientras su padre le hablaba de los Doyle. El mercado le quedaba un poco a tomar por saco incluso yendo en coche, pero no tenía planes para mañana. Después del insti podía pasarse por allí, y buscar unos bombones o alguna otra cosa que valiera la pena, aunque los bombones en particular ya sabía en qué puesto encontrarlos. Pero ya que iba a pasar por allí, ¿porqué no aprovechar el viaje? Hasta podía llevarse a María con ella y pasar la tarde juntas.

                    Casi se estaba ensoñando con eso cuando Alan la interrumpe con unas palabras demasiado serias y sabias para el gusto de Bailey. La joven sonríe, un poco burlona y arrogante, dándole una palmada en el pecho a su padre. "¿Yo, preocuparme? ¿De qué? ¡Mi padre es un escritor de éxito, y mi perro es el más inteligente y adorable del mundo!"

                    King abrió los ojos y empezó a jadear, moviendo la cola con alegría un momento antes de quitarse de encima de ella al prever que Bailey se va a levantar. La joven atleta se aparta del sofá y se encara con su padre, brazos en jarras y cabeza inclinada de forma arrebatadora. "Yo estoy perfectamente. ¡La pregunta es qué hacer contigo!"

                    Bailey se inclina hacia delante con una sonrisa radiante en su rostro, enmarcada por el brillo pálido de la televisión a sus espaldas, y alarga el brazo para tocar la frente de Alan con la punta de su dedo índice. "A lo mejor encuentro algo para tí en el mercado. Un libro nuevo, unas gafas graciosas... ¡o incluso una novia!"

                    Con un guiño juguetón y una sacada de lengua burlona, Bailey se despide de su padre y sale del salón, seguida por el enérgico King. Mañana será día de clases, al fin y al cabo, y una noche de sueño reparador será imprescindible para soportarlo. En cuestión de minutos, la rubiaza prepara todo para mañana, y sale a la magnífica terraza cubierta que rodea el segundo piso de la casa. En la sección frente al dormitorio de Bailey hay dos sillas y una mesita de jardín. Bailey sale para sentarse en una de las sillas desde la que observar las luces de Innisport, al tiempo que termina de secarse el pelo con una toalla. King se sienta en la otra silla, recibiendo una breve sonrisa de su ama antes de volver ambos sus ojos hacia el pueblo. Durante un buen rato, ambos disfrutan de la vista. Bailey bebiendo un trago de agua ocasional de una jarra de cristal con clase, y King cayendo dormido poco a poco.

                    La brisa fresca mantiene a Bailey despierta por un tiempo junto con el olor del bosque de los alrededores. Pero al fin, cuando el sueño empieza a hacerse notar, Bailey decide irse a la cama. Con el máximo cuidado, para no despertar a King, Bailey pasa al interior, satisfecha con haber pasado otro día activo, pero en paz...

                    Isolee “¡¿Tienes algo que ver con eso?!”

                    Era la pregunta que estaba esperando Elijah. Iba a responder pero Georgie como siempre interrumpe

                    Isolee ¿Cómo va a conocer él a una niña del Centro? Y blanca, además. Si ni siquiera ha logrado invitar a una animadora a salir, siendo la estrella del equipo de baloncesto

                    Isolee golpeando el hombro de su hermano con fuerza.

                    Al sentir el golpe Elijah hace como si le doliese y haciendo gala de sus pocas dotes interpretativas intenta fingir una lesión:

                    -Joder, Georgie. No sé si me has fastidiado el manguito rotador...-al ver la cara de su madre y su hermano de "ya está haciendo el tonto otra vez" Elijah dice- os lo habéis tragado (sisi). No mamá, no tengo nada que ver. Apenas conocía a esa chica de vista y estuve toda la tarde entrenando... en fin voy a ducharme y después iré a dar una vuelta con Carl.

                    Elijah se va a duchar, se coloca ropa limpia y baja a la cocina. Coge un par de plátanos y se va a la calle, a la casa de Carl, no sin antes despedirse de sus padres:

                    -En un par de horas vuelvo. Amari, no vayas tarde a cama.

                    • Lyn

                        LVL:  91
                      • Editado

                      Isolee Falta el colgante que la abuela Fiona dejó a Siobhan al fallecer, una reliquia familiar que Siobhan siempre había atesorado desde niña. Ronan se sorprende al notar su ausencia, un adorno que había sido un constante en el cuello de Siobhan desde la muerte de su abuela paterna, que había seguido poco después a su padre, posiblemente abatida por el dolor.

                      Ronan, no entiende el porqué Siohban ya no tiene el colgante. Antes de preguntárselo directamente tiene que ocuparse de otras cosas.
                      Limpia a su madre al terminar de cenar y se la lleva al baño mientras le indica a Siohban que esta noche él acostará a madre y ella recoge la cocina. Su hermana asiente frunciendo los labios . Ronnan sabe el sufrimiento de su hermana cada vez que tiene que hacer la función de madre de su propia madre, al fin y al cabo sólo tiene 9 años. Así que Ronan intentará dejarla a Siohban las menos cargas posibles.
                      Atrae a su madre tiernamente hacia el baño y allí la desnuda, la mete en la bañera y la baña mientras le cuenta su día en el instituto. Obvia los detalles desagradables, claro está. Cree atisbar en su madre una sonrisa, pero acaba por ceder a la evidencia, su madre ahora ni siquiera sabe donde está ni con quien. Aún así la trata con una ternura infinita. Seca su cuerpo con cuidado y peina sus cabellos con delicadeza mientras le canta. Cuando ya está lista la lleva hasta la cama, dándole un beso de buenas noches mientras la arropa.
                      Ahora si, ahora está preparado para dirigirse a su hermana. La encuentra secando unos platos. Respira hondo y se lo pregunta sin más.
                      -Shioban, que ha, pasado con tu colgante ¿por qué ya no lo llevas?

                      Después de que Carlos se despida y se aleje, María se pierde en los mensajes de Twitter. Muchos expresan apoyo, otros son claramente trolleos, pero ninguno revela algo nuevo sobre la desaparición de Aislinn. Un tuit de Eric Sullivan llamando a la solidaridad destaca entre el resto, así como otro donde Vanessa intenta mostrar empatía, aunque parece forzado. Mientras María se sumerge en estos mensajes, su madre la llama, recordándole que ya es hora de dormir, enfatizando que necesita descansar "por su bien". Con la noche avanzando, María deja su mundo digital para atender a su descanso.


                      Leo responde a Milly de ipsofacto:

                      "¡Vaya, Milly! No tenía ni idea de que Aislinn tuviera una gemela. Nunca la he visto por el instituto, al menos que yo recuerde. Es un dato súper interesante, y definitivamente algo que deberíamos investigar más a fondo. Podría ser una pista crucial.

                      Podríamos empezar revisando la hemeroteca digital para ver si hay algo más sobre Anna O'Shea y su familia. Quizás haya algo en los archivos que nos haya pasado desapercibido. Y sí, voy a estar atento a la radio esta noche, ¡gracias por el recordatorio! Nos vemos mañana para hablar de esto en persona. ¡Buen trabajo al encontrar esa foto! ¡No sueñes con cuervos raros!"

                      En ese momento el pograma de Griffin empieza y Milly se pone cómoda como cada noche.

                      "Buenas noches, Innisport. Aquí Alex "Nightowl" Griffin, en las ondas de Radio WISP con el programa "Here and Now", donde la realidad y el misterio se entrelazan en la más hipnótica de las danzas. Y como siempre, un saludo especial para mi sobrina Milly, con ella en el pueblo, ningún misterio puede permanecer oculto por mucho tiempo.

                      Hoy, nos sumergiremos en las profundidades de lo desconocido y lo inexplicable. Comenzaremos con la leyenda del Convento de Santa Brígida, donde se dice que los ecos de un pasado olvidado aún resuenan en sus antiguos muros. ¿Serán meros cuentos o hay algo más entre esas venerables piedras?

                      Luego, navegaremos hacia los acantilados cercanos al faro, donde las melodías seductoras de las sirenas han sido escuchadas, según cuentan, por marineros y soñadores. ¿Llamadas del mar o simples ilusiones?

                      Y, por supuesto, no podemos ignorar la noticia que ha conmocionado a nuestro apacible pueblo: la misteriosa desaparición de Aislinn O'Shea. Una joven brillante y una talentosa violinista que ha desvanecido sin dejar rastro. ¿Qué secretos se ocultan tras su ausencia? ¿Y qué pistas nos llevarán a desvelar este enigma?

                      Así que, queridos oyentes, ajusten sus radios, relájense y prepárense para una noche de misterios y revelaciones. Con Nightowl al mando, cada secreto está destinado a ser descubierto. ¡Comenzamos!"

                      A ritmo de música electrónica, "Nightowl" cuenta muchos misterios extraños, mezclados con información verídica y hasta histórica, hasta que llega el turno de hablar de Aislinn:

                      "Y ahora, queridos oyentes, hablemos del tema que ha mantenido a Innisport en vilo: la desaparición de Aislinn O'Shea. Esta joven violinista, una estrella en ascenso y una figura querida en nuestro instituto, ha desaparecido como una nota musical en el viento. La comunidad está consternada, la policía desconcertada, y las teorías abundan.

                      La policía y los habitantes están en alerta, buscando cualquier pista que pueda arrojar luz sobre este inquietante caso. Y hablando de luz, un rumor particularmente ridículo ha llegado a mis oídos: se dice que alguien vio a Aislinn en el Lago Whisper, ¡remando en un bote con nada menos que Elvis Presley! Sí, han escuchado bien. Y aunque me gustaría creer que el Rey ha vuelto para un dueto con una de nuestras estrellas locales, debo decir que este rumor es tan estúpido que duele. Pero, por algún motivo, la cúpula de arriba insiste en que comparta estas tonterías con ustedes.

                      Y, para añadir más intriga a la historia, parece que Anna O'Shea, la exitosa periodista y hermana mayor de Aislinn, se dirige a Innisport para seguir la investigación de cerca. Con suerte, su llegada podría arrojar algo de luz sobre este misterio."


                      El Acantilado Silente, el apartado barrio de Bailey, debía su nombre al ingenio de un vecino con un sentido del humor peculiar cuando, hace unas décadas, en una asamblea municipal, sugirió el nombre en tono de broma. La ironía tuvo seguimiento y se adhirió al barrio de forma extraoficial hasta que, con el tiempo, la denominación se hizo oficial cuando la normativa municipal se reformó en 1980, incorporando formalmente a Innisport varios barrios hasta entonces no reconocidos alrededor de la vieja ciudad.

                      Acurrucada en su cama, Bailey no pensaba en cosas tan complicadas, pero sí en la ironía del nombre con el que se conocía al que era su hogar. Vivir en el barrio del silencio, donde cada noche una melodía lejana rompía la quietud, esa noche sonando sospechosamente como un violín lejano. Los vecinos atribuían el sonido al viento chocando contra las rocas escarpadas, unas formaciones imponentes al norte del barrio, pero para Bailey, siempre había sonado a algo más. Para ella, esa música distante era como un presagio, una señal aún indefinida, suspendida en el aire, oscilando entre ser un augurio de buenaventura o un anuncio de misterios más profundos.


                      En su habitación, Carl "Jazz" Jackson espera ansiosamente a Elijah para una tarde de juegos en el NBA2K. Con una sonrisa pícara, configura el juego de una manera especial: su propio avatar en los Boston Celtics, su equipo favorito, y el de Elijah en los Lakers, el eterno rival de los Celtics y la gloria de la Costa Oeste.

                      Para añadir un toque humorístico, Carl ajusta las estaturas de los avatares: él, normalmente de 1.75 metros, se transforma en un gigante de 2.05 metros en el juego, mientras que Elijah, que en realidad mide más de 2 metros, se ve reducido a apenas 1.75, siendo uno de los jugadores más bajos del juego.

                      Cuando Elijah entra en la habitación y ve la configuración, su expresión de sorpresa es justo lo que Carl esperaba.

                      "Claro que sí, Eli", dice Carl con un guiño. "Es una oportunidad para vivir en un universo paralelo. Yo soy el gigante, y tú... bueno, eres un poco más 'normal'."

                      "Había pensado también en intercambiar nuestros caretos, pero en eso saldría perdiendo", añade Carl, mientras le da al botón de empezar. "Prepárate para una lección de humildad virtual."

                      El partido comienza, y la habitación se llena de risas y comentarios jocosos. Carl disfruta cada momento, contento de haber inyectado un poco de humor en su rivalidad amistosa. En su corazón, sabe que estos momentos con Elijah, llenos de risas y deportividad, son los que verdaderamente valen la pena.


                      Siobhan se mantiene de espaldas a Ronan, con una postura rígida que revela la tensión de la inminente confesión. Ronan, paciente pero firme, aguarda su respuesta, intuyendo la gravedad de lo que ella está a punto de decir. Al girarse finalmente, las lágrimas que recorren las mejillas de Siobhan son un testimonio silencioso de su angustia.

                      "Por favor, no te enfades conmigo," suplica Siobhan con voz temblorosa. "Es el tío Theo... Ha pasado mucho tiempo desde que nos envió dinero, y mamá necesita los cuidados de Elena, tú... siempre pareces tan triste y preocupado. No quería molestarte. No quiero que odies a mamá como la odiaba papá cuando decidió irse..."

                      Ronan observa, atónito, cómo Siobhan lucha por articular sus palabras, atrapada entre el miedo y la necesidad de ser honesta. "Fui a la tienda del señor Alden la semana pasada," continúa, "quería vender el colgante. Me dio un buen precio por él, dijo que era antiguo y valioso. Pero necesitaba una firma adulta, así que...," su voz se quiebra, "falsifiqué la firma de mamá y lo vendí."

                      Las lágrimas de Siobhan fluyen más libremente ahora, reflejando el peso de su decisión y el temor a la reacción de su hermano.