Rachel con Pete
Rachel, con los ojos humedecidos y un nudo en la garganta, extiende el meñique cogiendo el meñique de Pete, rodeando sus dos manos con la mano libre y poniendo sus manos y las de él sobre su frente con la cabeza ligeramente inclinada hacia abajo, como si estuviera rezando.
---Pete, llevo mucho tiempo dándote largas, ignorando tus señales y no me parece justo---toma aire y lo suelta despacio--- aborrecía esa parte de ti, que despreciaras a nuestros compañeros de clase, que metieras gresca y me daba miedo que algún día cometieras una locura, que hicieras algo que no tuviera marcha atrás y a la vez sigo viendo en ti a mi amigo de siempre, que ha estado conmigo en mis momentos más duros y no quiero perderte.---piensa unos instantes cómo ordenar los pensamientos que se agolpan en su cabeza---No tengo claros mis sentimientos hacia ti, no te puedo dar una respuesta y he estado postergándolo todo lo que he podido para que no te vayas.--- después de ver cómo Pete se lanzaba a la piscina, Rachel se sentía como una verdadera mierda, él había abierto su corazón, un corazón apasionado y vivo y se lo estaba dando sin ambages, y ella era una egoísta de mierda, que había estado dándole largas y puede que esperanzas, porque quería seguir teniéndole a su lado, a costa de limitar la vida sentimental de Pete, porque solo tenía ojos para ella y ella lo sabía.---Yo no quiero hacerte daño y si alguna vez conoces a otra persona que lo tenga más claro que yo... ---finalmente se le saltan las lágrimas y se quiebra su voz---No dejes de acercarte porque creas que conmigo podría pasar algo. No quiero cortarte las alas. Tienes derecho a ser feliz y no puedes pasarte la vida esperando a que yo lo tenga claro.